Hemos finalizado una nueva edición de la Criolla del Parque Roosevelt. El cansancio se siente en el cuerpo y la mente, pero se siente una satisfacción muy grande y una palpitación fuerte por el orgullo de haber cumplido nuevamente con nuestra comunidad que son a quienes nos debemos con todo este trabajo que realizamos de forma voluntaria. Volvemos a casa con nuestras familias y afectos muy conformes luego de una semana intensa porque sabemos que hemos puesto nuestra mejor voluntad, le hemos brindado la posibilidad de trabajar a cientos de familias durante esta semana, y le hemos brindado un espectáculo de muy buen nivel a nuestra gente.
Todos los jinetes y personal de campo ya organizan su regreso, algunos golpes, machucones y renguera dan cuenta de una gran esfuerzo realizado por privilegiar el espectáculo.
El entre-tiempo de la tarde de hoy nos permitió reconocer a José Vicente López Salmentón por su actuación, por su grandeza, humildad y por su fiel apego a este evento. Luego de recibir varios golpes y traumatismo de cráneo ayer, volvió hoy y todo el Roosevelt lo aplaudió mientras sus amigos lo pasearon en una carreta por el ruedo, dando una merecida y emotiva vuelta de honor simbólica.
El ruedo y el escenario se silencian hoy hasta el año que viene. Ha sido toda una experiencia la realización de la Criolla este año dentro del perímetro que nos marcó la intendencia para ubicarnos dentro del predio del Parque Roosevelt. Estamos terminando una edición más con muchas incertidumbres respecto de la continuidad de la Criolla, por los planes que tiene la Intendencia Municipal de Canelones respecto del espacio que utilizamos para este gran evento. Quienes sentimos la Criolla como un evento de reunión familiar y donde nos re-encontramos con muchos amigos una vez al año, tenemos un dolor muy fuerte en la garganta y en el corazón por despedir una edición mas y no poder mirar al futuro y poder planificar las mejoras que el evento requiere y que la gente nos reclama año tras año.
Como hace ya más de cinco años, terminamos una edición más, sin saber si la voluntad de la Intendencia y las autoridades nos permitirán el año próximo volver a organizar este gran evento.
Han pasado las elecciones nacionales, pasarán las departamentales y las promesas son muchas, lo concreto poco y las ganas de ese puñado de Leones por seguir trabajando por quienes mas nos necesitan inmensas.
Para quienes irresponsablemente creen que este evento no debe continuar en manos de los Leones, les decimos que si acaban con la Criolla, acaban no solo con un Club de Leones más, sino que se acaban las obras que se realizan en nuestra comunidad y muy probablemente la defensa por mantener la tradición comience a restar adeptos en lugar de sumar.
Somos una organización no gubernamental sin fines de lucro que palpitamos con la integración regional y la defensa por las tradiciones. El esfuerzo físico y económico que realizamos año tras año para brindar un espectáculo de estas características consideramos que no es reconocido por las autoridades de nuestro país y del departamento como correspondería. Vemos que en resumidas cuentas todo se traduce en "costos políticos", postergando la necesidad de nuestra sociedad, nuestra tradición y somos los únicos que damos la cara frente a la gente por las grandes carencias que tiene el evento y la organización.
Nuestros hermanos Brasileros han dicho una gran verdad durante esta edición. "Tenemos Mercosur, gracias a nuestra gente y nuestras tradiciones. Lo que hemos logrado los pueblos por impulso y acción propia de integración de nuestros pueblos y tradición, no lo han logrado los políticos en todo este tiempo para lograr un mercado común de libre circulación".
Hemos cerrado una edición mas de un evento que tiene ese toque familiar que nos caracteriza. En el evento pueden verse, jinetes, tropilleros y personal de campo en donde conviven varias generaciones de una misma familia al igual que en los concesionarios de comida, feria y en el propio Club de Leones de Shangrilá y las delegaciones extranjeras. Quienes vienen a trabajar a la Criolla hace muchos años, han entendido que este evento no tiene un fin comercial solamente, sino que integra varias generaciones en diferentes ramas de actividad del evento, re-encuentra a muchos amigos y son ellos quienes hacen que el mismo perdure a lo largo del tiempo y nos una como familia.
No bajaremos los brazos. Daremos pelea para que este evento se siga realizando, porque nuestros pueblos lo necesitan, la tradición lo requiere y porque sentimos y conocemos este Parque Roosevelt mucho mas de lo que imaginan. Los árboles han visto desfilar por este predio grandes personalidades, referentes y mucho personal que ha dejado todo por este evento. Es en memoria de ellos que seguiremos de pie y a la orden.
El cierre de la 38a. edición fue coronado con la entrega de premios en las diferentes categorías, destacando como Mejor Jinete Nacional a Leandro Alfonso Urquiza Luna del departamento de Treinta y Tres y que tiene tan solo 19 años. Es muy probable que este jinete en unos años pueda decir que ha sido una gran revelación en la Criolla del Parque Roosevelt en sus comienzos y que fue ésta Criolla que lo aplaudió, lo premió y lo vio crecer en el ámbito de las jineteadas.
El mejor Jinete Internacional se fue para Argentina, en la ciudad de Paraná, Provincia de Entre Rios. Fue para Leonardo Leonidas Baez, un gran jinete que tuvo algunas dificultades para la jineteada en Basto Oriental, pero que tuvo una gran actuación en Pelo y que además nos regaló unas espectaculares jineteadas fuera de concurso en Basto Argentino.
El resto de los premios fueron para:
En Basto Oriental
En Pelo
En la competencia de Tropillas, los resultados fueron:
Aunque esta edición ya tenía comprometido el resultado final por los altos gastos que tuvimos por la re-instalación del evento dentro del perímetro cercado, el resultado de la edición para la comisión organizadora ha sido satisfactorio tan solo por haber podido brindar un espectáculo una vez mas a todos los que nos apoyan año tras año y colaboran con nosotros.
Una vez mas decimos gracias a todos los que trabajan con nosotros, a los que ayudan a los Leones que trabajan silenciosamente y a los que nos critican porque nos ayudan a mejorar.